sábado, 25 de abril de 2009

Eagle. Impresiones


Cuando empecé a leer este manga decidí no postear las impresiones, esperar a leerlo entero y poner directamente la reseña. Ahora puede que eso no ocurra nunca, porque es muy posible que, habiendo leído 3 tomos, no compre los otros 2, y no será por falta de interés o de calidad de la obra, sino porque los de la editorial que lo publica, Glénat, son unos cabrones. Así de claro lo digo. Tras sacar 3 tomos a 10 euros ponen el 4º a 15 por tener un 20% más de páginas. Eso sí, cuando en otra serie el número de páginas baja hasta un 40% mantienen el mismo precio, según ellos porque el contrato con la editorial japonesa dice que todos los tomos deben costar igual. Hay que ver cómo cambian de contrato cuando les conviene. No me hubiera importado pagar 11 o 12 euros por los siguientes, pero una subida del 50% es a todas luces algo excesivo. De hecho, incluso a 15 euros con la cantidad de páginas que trae y el tamaño del tomo sale más barato que la mayoría del manga que se publica en formatos más pequeños, pero hacer un cambio tan brusco sin avisar me parece vergonzoso. Que les den.

Yendo al manga en sí, Eagle se centra en la campaña electoral de un senador asiático-americano candidato a la presidencia de EEUU. Hasta el momento me ha gustado mucho, sobre todo por no idealizar al protagonista como si fuera el candidato perfecto, con unos principios morales por encima de los de los demás, al que todos atacan y el pobre sale victorioso a duras penas. Posiblemente así hubiese sido si lo hiciera un estadounidense, pero Kaiji Kawaguchi lo ha desarrollado de otra manera. Esto es más realista y él también tiene trapos sucios, como cualquier otro, y no duda en filtrar a la prensa los de otro candidato para ganar. Es decir, lo que se hace en la vida real, ni más ni menos.

Lo recomendaría a todo el mundo si no fuera porque en el cuarto tomo (y supongo que en el quinto harán lo mismo) el precio sube una barbaridad apenas aumentando el número de páginas. A quien no le importe bajarse los pantalones y ponerle el culo en pompa a la editorial para que le den por culo, o a quien sabiendo ya de antemano el aumento de precio no le importe (quizá si yo de entrada lo hubiera sabido lo habría comprado igualmente, pero el efecto sorpresa es lo que me sienta fatal) que lo compre y disfrutará de una buena lectura. A mí sí me importa, así que me quedaré con las ganas de saber el final (aunque no es muy difícil adivinarlo poniendo en la portada "la forja de un presidente"), a no ser que aproveche alguna oferta o algún descuento que me hagan en mi tienda habitual.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo la leía de gorra, porque se la compra una amiga, pero no sé si lo seguirá haciendo... Es un robo en toda la cara, así de claro. Y, fíjate tú, que han respondido un porrazo de preguntas que les hicieron, y la tuya y de otro chico, relacionadas a este tema, pasaron de largo... Glénat e Ivrea me tienen harta últimamente... Como bien dices: Que les den!.

Cho Hakkai dijo...

Lo que ha hecho Glenat no tiene nombre, no merece la pena que la gente la siga, la verdad.

Ni lo he leído (aunque me llamó la atención pero como tenía muchas series abiertas pues... no quería comprar más), ni lo leeré.

Saludos!!