miércoles, 10 de abril de 2013
Colonos de Catán
En Colonos de Catán, el objetivo consiste en ser quien consiga expandirse y asentarse más en una isla.
Para ello, cada jugador cuenta inicialmente con dos poblados y dos caminos que habrá de colocar estratégicamente en el tablero. A partir de ahí, la suerte decidirá quién se lleva ciertos recursos con los que poder seguir construyendo o consiguiendo tarjetas que ayudan a lograr el objetivo. En el turno de cada jugador, puede hacer todo lo que quiera con los recursos de que dispone y negociar con otros jugadores para cambiar unos recursos por otros y poder así hacer algo más. El primero que llegue a 10 puntos, gana. La manera de obtenerlos es básicamente ampliando su territorio. Por cada poblado, un punto. Por cada ciudad, dos. Por tener el camino más largo del tablero, dos. Ciertas tarjetas otorgan puntos adicionales.
La principal ventaja de Colonos de Catán es que el tablero no es fijo, sino que está formado por distintas piezas que se colocan juntas al azar, de modo que hay miles de posibilidades distintas, por lo que difícilmente habrá dos partidas iguales.
Los contras son que las partidas tienden a alargarse bastante y que si por una racha de mala suerte y buena estrategia de tus rivales te encierran en una zona del tablero, no tienes prácticamente nada que hacer y el aburrimiento hasta que termine la partida puede ser épico.
Para jugar en alguna que otra ocasión no está nada mal, pero no lo recomendaría para jugarlo con frecuencia, algo para lo que otros juegos como Dobble o Saboteur son excelentes.
Un 6.
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1 comentario:
He eliminado por error un comentario de Jeparla. Decía así:
"Lo quiero desde hace mucho, pero nunca encuentro el momento! Como el Saboteur."
Lo siento, Jeparla.
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