Primera película rumana que veo. No puedo sino decir que si la calidad media de su cine es la misma que la de este filme, tienen la mejor filmografía del mundo. Lástima que no caerá esa breva.
En 1987, durante los últimos años del comunismo en Rumanía, una joven embarazada decide abortar, algo que era ilegal. Lo curioso es que la protagonista absoluta de la película no es ella sino su compañera de habitación, que decide ayudarla.
La elección de la actriz protagonista es excelente. Una tal Anamaria Marinca a la que le auguro un gran futuro (como ya se lo auguré a Carice van Houten cuando vi el libro negro y ahora me entero de que va a estrenar en breve la próxima de Bryan Singer, con Tom Cruise, y la próxima de Ridley Scott, con Leonardo DiCaprio y Russell Crowe....... menudo ojo tengo), aunque si no sale de Rumanía supongo que le perderé la pista.
A lo largo de la película no he podido evitar quedar atrapado por la historia y por lo bien llevada que está. La realización es bastante sencilla, sin apenas movimientos de cámara o cambios de plano, aunque queden fuera del mismo personajes que intervengan en la conversación. Sin embargo, no se me ocurre una mejor manera de haberla hecho. Tiene momentos de verdadera tensión, en los que no puedes evitar temer por ambas chicas, ya sea porque algo salga mal con la propia intervención o porque las descubran en un régimen en que se tiene a la gente muy controlada y ha conseguido ponerme realmente nervioso en bastantes escenas. Además sorprende con todo lo que tienen que hacer para conseguir siquiera tener la posibilidad de practicar el aborto.
En fin, que la Palma de Oro en el Festival de Cannes, los premios del cine europeo a mejor película y a mejor director y las nominaciones a actriz (que, por cierto, competía con la ya mencionada Carice van Houten por el libro negro) y guión son totalmente merecidos.
Un 8.
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