Mucho ruido y pocas nueces (Reino Unido, 1993)

Notable adaptación de Shakespeare llevada a cabo por Kenneth Branagh, un director bastante incomprendido. En Mucho ruido y pocas nueces, Don Pedro de Aragón llega con su séquito a Mesina tras una batalla y decide pasar un tiempo descansando en la hacienda de un hombre. Allí se desarrolla una historia de amor y odio, lealtad y traición, drama y comedia.

Debo reconocer que al principio me pareció algo aburrida y se me estaba haciendo pesada. No obstante, al poco de empezar comienza a mejorar rápidamente hasta llegar a un momento, algo después de la mitad, en que es absolutamente genial. Después decae un poco, aunque sigue estando en todo momento a muy buen nivel. El final, eso sí, me decepcionó un poco.

Sus puntos fuertes son el guión y el reparto. El guión me ha gustado mucho, pero a quien no le guste Shakespeare puede pasar de la película perfectamente. A mí, personalmente, me encanta. Y el reparto habla por sí sólo. Kenneth Branagh, Emma Thompson, Denzel Washington (geniales los tres), Michael Keaton (quizá sobreactúa un poco, aunque con lo raro que es el personaje no sabría qué decir) y Keanu Reeves (el más flojo, pero tampoco lo hace mal) junto a otros menos conocidos que están a la altura.

Kenneth Branagh como director cumple con creces, haciendo que el paso de comedia a tragedia no choque lo más mínimo, y consigue que se vea como lo más natural.

Que Don Pedro de Aragón sea negro no sé si es una ida de pinza de Shakespeare o de Kenneth Branagh (o soy yo ignorante y sí que era negro XD), pero a pesar de que al principio me chocó ver a Denzel Washington en el papel, el tío lo borda, así que no tengo ninguna queja.

Una obra con altibajos, pero por suerte son más los altis, dejando una impresión global más que buena.

Un 7.