Qué ochentero estoy últimamente. Quinta película seguida que veo de los 80 (y vi otra más poco antes) sin hacerlo adrede, simplemente ha dado la casualidad de que las que he ido viendo son de esa década. Y todas bien distintas entre sí (salvo la que es secuela de otra xD), de diferentes países y directores, estilo...
En fin, al grano. Adolfo Aristarain (uno de los directores más interesantes de cine en español del momento) nos cuenta la historia de un ex-sindicalista que prepara un falso accidente y se hace el mudo como consecuencia del mismo para sacar los cuartos a la empresa. Su actor fetiche, el gran Federico Luppi (uno de los mejores que hay en nuestra lengua ahora mismo, aunque prefiero a otro argentino: Héctor Alterio), está sencillamente magistral en el papel, hasta tal punto en que no sé si lo hace mejor en la parte de la película en que habla o en la que está mudo.
Por el momento es la película que más me ha gustado de Aristarain y me ha recordado bastante a En bandeja de plata, de Billy Wilder, aunque eso son ya palabras mayores. La principal diferencia es que aquélla era cómica y ésta dramática (con toques cómicos, eso sí), pero el hilo conductor de la trama es el mismo.
Un 8 gracias al final (y cuando digo final me refiero a los últimos 5 segundos). Si no fuera por eso, se quedaría en un 7.
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