miércoles, 13 de marzo de 2013

Dobble


Como veis en las imágenes, se juega con una serie de tarjetas redondas con 8 dibujos cada una. Todas las tarjetas tienen un único símbolo en común con cada una de las otras. El objetivo es ser el más rápido en identificarlo.

Partiendo de esa base, hay 5 modalidades. En una, cada jugador tiene una tarjeta, el resto están en el medio y hay que coger la superior de las del medio al encontrar el símbolo que coincide con la tarjeta propia hasta que en el medio no quede ninguna. Al coger una, esa pasa a ser la nueva que hay que mirar.

En otra, al revés, hay una en el medio, cada jugador tiene un taco y se tiene que deshacer de sus tarjetas poniéndolas en el medio, con lo que la del centro va cambiando cada vez que alguien pone una.

En la tercera, que se hace por rondas, cada jugador recibe una única tarjeta y debe encasquetársela a otro. Así, hasta que alguien tenga todas y pierda. Con muchos jugadores, es una locura.

La siguiente modalidad, también por rondas, consiste en poner una tarjeta en el centro y tantas alrededor como jugadores haya. Hay que llevarse todas las que se pueda de alrededor encontrando el símbolo común con la del centro. De nuevo, y más aún que antes, entre muchos es una locura.


Por último se da una a cada uno y se pone el resto en el centro. Hay que ponerles las del centro a cualquiera de los demás y pierde el que más tenga. Como vayan muchos a por el mismo, poco puede hacer.


Sencillísimo y adictivísimo. Aunque parezca una tontería, encontrar el símbolo común no es tan fácil como pudiera parecer, ya que puede tener tamaños muy distintos en las tarjetas. Tan frecuente es que alguien lo encuentre en un instante como que nadie lo vea y todo el mundo se vaya poniendo cada vez más nervioso mientras lo busca. Ideal para partidas cortas, con lo que se puede jugar si solo se dispone de un rato... o encadenar una partida tras otra jugando mucho tiempo.

Un 8.


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