La carreta fantasma (Suecia, 1921)

Un conductor lleva la carreta fantasma continuamente y sin descanso en busca de almas. Cada vez que alguien muere, se lleva su alma. Sin embargo, aunque la carreta y el caballo siempre son el mismo, el conductor cambia cada año. Si mueres a las 12 en punto de la noche de la víspera de Año Nuevo, serás el siguiente, y es un horrible destino, ya que estás condenado a vagar en la carreta durante todo un año que a ti se te hará infinitamente más largo capturando las almas de los que tengan la desgracia de morir.

De esta premisa parte esta obra maestra sueca escrita, dirigida y protagonizada por Victor Sjöström. La he visto esta tarde y me ha sorprendido gratamente. Ni me acuerdo ya de cuándo vi una obra maestra por última vez (una que no hubiese visto ya antes, claro, sí he revisto últimamente un par de ellas).

Me llaman poderosamente la atención los efectos especiales. Lógicamente, para la época en que vivimos no son gran cosa, pero teniendo en cuenta que la película tiene casi 90 años es algo prodigioso. Los espíritus se transparentan de modo que les vemos a la vez a ellos y lo que hay detrás (si no me equivoco es la primera película de la historia en que se usó este recurso) y atraviesan paredes.

También me ha llamado la atención la fotografía, de distintas tonalidades según dónde se desarrolle la acción. Marrón claro o naranja raro o qué sé yo en interiores, azul en exteriores de noche y rosa en exteriores de día. Sin embargo luego he visto en internet imágenes en que aparece en un blanco y negro normal y corriente. A saber cuál de las dos es la original.

La película está narrada magistralmente con abundantes flashbacks e incluso con flashbacks dentro de flashbacks y no se me ha hecho pesada ni por un instante. Se me ha pasado el tiempo volando, cosa muy rara en una película muda no cómica de más de una hora y media.

Por cierto, la famosísima escena de Jack Nicholson con el hacha en el resplandor es muy parecida a una escena de esta película. ¿Casualidad? ¿Homenaje? ¿Plagio?

Un 9.