lunes, 2 de enero de 2012

The Artist (Francia, 2011)


Una estrella del cine mudo no sabe adaptarse al advenimiento del sonoro.

¡Por fin se han escuchado mis plegarias! Llevaba años pidiendo que alguien hiciera una película muda. Me parece muy bien que exista el cine sonoro, pero no a costa de la desaparición del mudo. El color no ha acabado (aunque casi) con el blanco y negro. El 3D no está acabando con el 2D (y espero que no se extienda mucho más, que salvo en casos muy especiales no me gusta). ¿Por qué tuvo que acabar el cine sonoro con el mudo? Almodóvar ya insertó en Hable con ella un corto mudo magnífico, titulado El amante menguante. Michel Hazanavicius, director galo del que ni había oído hablar, ha ido más allá, haciendo un largometraje mudo en pleno siglo XXI. Y me hubiera conformado con una película normalucha, pero, por suerte, me he encontrado con mucho más. ¡Qué película! ¡Qué maravilla!

Que emule el cine del Hollywood de los 20 no es un fin en sí mismo para llamar la atención, sino un medio para contar una historia de una manera diferente a la que se emplea ahora. Diferente a la que se ha estado empleando durante más de 80 años. Y le sienta como anillo al dedo. Si fuera sonora, aun contando lo mismo, no creo que hubiese sido ni la mitad de buena. 

TODO en The Artist está a un nivel altísimo. No solo la ambientación de lujo que, junto a la manera de hacerla, hace que nos sintamos transportados a otra época. El guión y la dirección también son magníficos. Pero, por encima de todo, quiero destacar el trabajo de los actores. Los secundarios están geniales. Ya quisieran casi todas las películas que sus protagonistas estuvieran tan inspirados como los secundarios aquí. Y, sin embargo, no les llegan ni a la suela de los zapatos a los dos protagonistas: Jean Dujardin y Bérénice Bejo. Lo que hacen estos dos debería pasar a los anales de la historia del celuloide. Y lo mismo digo de Uggie, el perro, que no se queda atrás, regalándonos una actuación verdaderamente memorable.

Os parecerá una exageración, pero creo que el visionado de The Artist ha sido la experiencia más impactante que he vivido en una sala de cine. Ni El Señor de los Anillos, ni Avatar en 3D, ni nada parecido. The Artist. He sentido la magia que quizá sentían en los comienzos del séptimo arte y que hace tiempo se perdió. Y es que, si tuviera que elegir un único adjetivo con el que definir esta película, sería precisamente mágica. Aunque, bien pensado... quizá experimentaron eso mismo los que vieron las primeras películas sonoras.

Si algo se le puede criticar, y que conste que teniendo en cuenta el resultado no seré yo quien lo haga, es que quizá podrían haber hecho una película muda de una forma distinta a como las hacían antaño. Si bien es cierto que hay un par de escenas en las que innovan, y una de ellas es de las mejores de toda la película (en la que el protagonista se extraña al oír el ruido que hacen los objetos o escuchar los ladridos del perro y las risas de unas mujeres, a la vez que se angustia porque por más que grita no sale sonido alguno por su boca), se podría haber cambiado algo más sin renunciar a la esencia del cine mudo. Se me ocurren cosas como hacerla en color y/o ambientarla en la actualidad. En este caso, lo segundo es imposible salvo que se cambiara completamente la historia y lo primero... la verdad es que le sienta tan bien el blanco y negro y tiene una fotografía tan maravillosa, que está perfecta como está, así que me limito a dejarlo caer como posible futuro experimento para quien se atreva a hacerlo en otra película. Pero al menos podrían haberla rodado en formato panorámico en vez de en 4:3.

Por desgracia, supongo que esta no va a ser la primera de muchas sino un caso especial que lo único que conseguirá es que en el futuro digan que el cine mudo era una cosa que se hizo entre 1898 y finales de los 20, con alguna que otra película en los 30... y una en 2011. Ojalá me equivoque y nos encontremos con algún estreno mudo de vez en cuando, aunque sea cada dos o tres años. Sobre todo si tiene esta calidad.

Ni sé la de tiempo que hacía que no le daba esta nota a una película, pero sin duda se lo merece:

Un 9.


Edito las listas de mis películas mudas y mis actuaciones masculinas preferidas para incluirla.

3 comentarios:

Kyô dijo...

Me apuntaré la película. No he visto todavía ninguna peícula muda (bueno, hoy justamente me voy a estrenar con "Luces de la ciudad" de Chaplin.
Pues bueno, a ver cuando me toque ver The Artist, ojalá que me guste tanto como a ti =D.
¡Saludos!

Kratos dijo...

Pues Kyô, mejor no te podías estrenar.

Llevo tiempo detras de The Artist haber si la consigo dentro de poco y la encuentro un huequito en mi agenda para verla.

Elestel dijo...

Una maravilla. No llega al 10 porque le falta un poco de guión y alguna que otra escena más del calibre del desenlace. Y por cierto, también hay que destacar los homenajes que hace a películas particulares de la época.