domingo, 14 de febrero de 2010

Lost Odyssey (360)


Kaim Argonar es un hombre inmortal que, tras un milenio de vida, ha perdido sus recuerdos. Deberá enfrentarse a un mundo en guerra a medida que intenta recuperarlos.

He aquí el juego que ha logrado convencerme de que la Xbox360 fue una buena compra y me ha hecho recuperar la fe en los RPGs japoneses. Sobre lo primero, aunque Pure y Mass Effect me gustaron mucho, no me pareció que compensaran la compra de la videoconsola. No por el dinero, sino porque con la Wii y la DS tengo de sobra, así que no necesitaba otra más para que se me acumulen más juegos. Sin embargo, solo por haber podido jugar a este ya me ha merecido la pena la adquisición, y no me arrepiento lo más mínimo. Sobre lo segundo, en la época de Super Nintendo y Playstation se hicieron numerosos juegos de este género que quitaban el hipo, de una calidad superlativa. Después de eso, aunque seguía saliendo alguna que otra maravilla esporádica, ningún juego llegaba a la calidad de aquellos. Ninguno... hasta que apareció Lost Odyssey.

Obra maestra indiscutible, es más Final Fantasy que los últimos Final Fantasy. De hecho, es prácticamente igual que los FF de PSX, con unas pocas diferencias, a menudo para mejor, y el aumento de poderío visual propio de la plataforma para la que ha salido y del tiempo transcurrido desde que aparecieron los otros.

Y es que el director del juego es nada menos que Hironobu Sakaguchi, creador de la saga anteriormente mencionada, que trabajó en ella hasta su décima entrega (y se notó su marcha, ya que los siguientes juegos son muy distintos). De hecho, este podría haber sido Final Fantasy XII de no haber abandonado Sakaguchi Square Enix. Y probablemente la crítica hubiera sido mucho más benévola con el juego por el hecho de llevar ese otro nombre. Por lo que a mí respecta, lo veo como lo que es, uno de los mejores videojuegos que he tenido el placer de probar nunca.

A Lost Odyssey se le nota perfectamente de quién es hijo. Tenemos una historia muy buena para ser de videojuego, con una carga emotiva importantísima, personajes de lo más carismáticos y un sistema de combates aleatorios por turnos tremendamente adictivos. Vamos que, como decía, es lo mismito que los FF de PSX. Las pocas diferencias que le veo son que aquí no hay invocaciones y que hay menos combates, pero son más largos y hay que pensarlos más, lo que los hace más amenos. Lo de las invocaciones ni me va ni me viene, que aunque tenían su gracia se hacía cansino verlas una y otra vez, y lo otro es a mejor, ya que no te están saliendo enemigos cada cuatro pasos que das y cuando te salen el combate tiene emoción, no como en muchos juegos en los que a partir de un cierto nivel, no muy alto, no cuesta lo más mínimo cargarse a los adversarios normales, pero luego llega un jefe y te destroza.


En esto también ayuda el excelente sistema de subida de nivel. De un nivel a otro siempre hay 100 puntos de experiencia, pero dependiendo de en qué nivel estés, un mismo enemigo te dará más o menos. Por ejemplo, si tienes a 3 personajes en nivel 25, uno en 22 y otro en 19, tras un combate el de 19 recibe 100 puntos de experiencia y sube directamente al 20, el de 22 recibe 60 y al siguiente combate subirá al 21 y los de 25 reciben 4 y se tendrían que tirar 25 combates para subir al 26. Para entonces, ya les habrán alcanzado los que estén rezagados. Gracias a eso se evita ser extremadamente fuerte, quitando gracia a los enfrentamientos, o extremadamente débil, frustrando al jugador y aburriéndole haciéndole luchar sin parar para mejorar a los personajes. Hasta llegar casi al final del juego, con ir pasándoselo recorriendo las zonas por las que pasemos a conciencia estaremos siempre en el nivel adecuado. Hacia el final, cuando ya hay una mayor libertad, si decides dedicarte a misiones secundarias sí puedes volverte exageradamente poderoso, y aun así seguiremos encontrando algunos enemigos que nos pondrán las cosas difíciles.

Pero no solo es experiencia lo que se gana en los combates. También puntos de habilidad, mediante los cuales los personajes inmortales (no sólo el protagonista lo es) adquieren habilidades. Cada personaje mortal tiene unas habilidades características que va consiguiendo a medida que sube de nivel. Los inmortales pueden enlazar dichas habilidades, de modo que gracias a esos puntos de habilidad llegan a aprenderlas. Mientras que los mortales cuentan con todas las habilidades que posean al mismo tiempo, los inmortales tienen una cantidad limitada (que podremos ir aumentando), y hay que seleccionar las que más convengan a cada uno de entre todas las aprendidas. No voy a poner ejemplos de en qué consisten porque son variadísimas (hay 164 distintas) y me dejaría muchas en el tintero. Además de las habilidades propias de los mortales, hay accesorios que podemos equipar y confieren otras. Si un mortal se equipa con uno de estos accesorios, tendrá la habilidad mientras lo lleve, mientras que los inmortales las adquieren, igual que las otras, de modo que una vez adquirida podrán seguir usándola si la tienen seleccionada, aun sin llevar dicho accesorio.

Por si fuera poco, podemos equiparnos también con anillos que tendremos que crear a partir de diversos objetos que encontramos durante la aventura. La cantidad de anillos es también enorme y de muy variadas características. Lo que hacen los anillos es añadir un efecto (o varios) al ataque. Por tanto, si usamos en el combate una magia o cualquier otra cosa que no sea un ataque físico normal, no sirven para nada. Al atacar, aparece en pantalla un anillo y, si pulsamos el gatillo derecho, otro anillo mucho más grande se irá cerrando sobre él a gran velocidad. Si soltamos el gatillo en el momento preciso, el ataque se verá implementado por el efecto correspondiente. Los anillos y accesorios pueden cambiarse en medio del combate, por lo que usarlos sabiamente puede hacer que unos enemigos muy duros de pelar resulten relativamente fáciles de eliminar.


En cuanto a los hechizos, realizarlos lleva un tiempo. Dependiendo de su poder, se lanzarán casi tan rápido como se haría un ataque o podrán durar hasta varios turnos (aunque hay maneras de agilizarlos). Si mientras un personaje prepara un hechizo le atacan, este se retrasa. Todo esto, unido al hecho de que podemos luchar con hasta 5 personajes a la vez contra grupos a veces bastante numerosos, logra que el sistema de combate no aburra lo más mínimo en todo el juego, a pesar de lo largo que es. Y aunque haya personajes inmortales se puede perder en un combate, lógicamente. Los inmortales quedan inconscientes si pierden todos sus puntos de vida, aunque se levantan al pasar unos turnos. Los mortales caen totalmente, y se los puede resucitar con un hechizo u objeto. Si tienes a la vez a todos los mortales muertos y a todos los inmortales inconscientes, pierdes.

Nuestros personajes se colocan en dos filas, y entre ellas hay un muro mágico que protege a los de atrás. Dicho muro tiene la misma cantidad de poder que los puntos de vida de los personajes que hay por delante. Si los de delante tienen la salud a tope, un ataque no hará mucho daño a los de atrás, pero a medida que los de la primera fila resulten heridos y el muro se debilite, ese mismo ataque puede ser letal para el que esté en la retaguardia. Curiosamente, aunque al perder vida los de delante el muro se debilite, curándoles no se refuerza (aunque hay otros medios para hacerlo), por lo que hay que tener mucho cuidado con eso.

Al gran Hironobu Sakaguchi dirigiendo el cotarro se le une el no menos grande Nobuo Uematsu componiendo la música del juego, como ya hizo en los primeros 10 Final Fantasy. Con decir que es de sus mejores trabajos creo que ya lo digo todo.

Y hay otros dos nombres que debo mencionar, y que contribuyen en cierta medida, aunque no tanto como los anteriores, a que este juego sea la obra maestra que es: Takehiko Inoue y Kiyoshi Shigematsu.

Inoue, autor de los manga Vagabond y Slam Dunk, entre otros, ha diseñado a todos los personajes, cumpliendo su cometido de forma sobresaliente.


En cuanto al otro, voy a explicar algo primero. A lo largo de la aventura hay determinados hechos, generalmente conversaciones de personajes con los que nos cruzamos, que despiertan algún recuerdo que estaba en letargo en el fondo de la mente de uno de los inmortales, casi siempre Kaim. Estos recuerdos no se nos presentan de manera jugable, sino en forma de cuentos. Podemos leerlos en el momento de recordarlos o accediendo desde el menú inicio. Como no aportan nada a la historia del juego y yo lo que quería era jugar, me lo pasé entero sin leer ni uno solo, aunque desbloqueé los 31 que hay. Pues bien, tras completar el juego decidí probar uno para ver qué tal era y quedé maravillado. No solo por la historia en sí que cuenta, sino por lo bien escrita que estaba. No esperaba encontrar algo con un nivel literario tan alto en un videojuego. Después descubrí que todos estos cuentos han salido de la pluma de Kiyoshi Shigematsu, desconocido por estas tierras pero novelista de renombre en Japón. Por lo visto, es el escritor preferido de Sakaguchi, que decidió encomendarle esta misión. Estos relatos vienen acompañados de música y de unos fondos de pantalla que van variando a medida que transcurre la narración, todo de manera muy acorde con la historia, haciendo que nos impliquemos aún más emocionalmente.

Por último, como todo buen RPG que se precie, es muy largo, con lo que horas y horas de diversión están aseguradas. Solo lo imprescindible da para unas 40 o 45 horas. Si además haces las aventuras secundarias, muchas de las cuales son tan buenas como la principal, hay para más de 60.

A ver si me hago con Blue Dragon, hecho también para esta consola por Sakaguchi con música de Uematsu. Probablemente no le llegue a Lost Odyssey ni a la suela de los zapatos, pero eso no es impedimento para que sea un gran juego.

Un 9.

6 comentarios:

eter dijo...

Uno de mis juegos más esperados de la Wii es "Last Story" XD

Y este es quizás el que más me llama la atención de todo el catálogo de la Xbox 360 (consola que tiene un gran repertorio de RPG).

Por lo que comentas es aún más clásico de lo que pensaba, y eso mola teniendo en cuenta lo mucho que se quiere innovar en el género en estos tiempos y para lo que sirven la mayoría de esas innovaciones.

Si los diseños fueran de Amano ya sería para enmarcar xD

Uli dijo...

Joer, vaya cacho entrada macho. En comparación la mia sobre Shunji Iwai es una nota a pie de página XD

Battosai dijo...

Eter: yo también le tengo muchísimas ganas a The Last Story ^^ Junto con Super Mario Galaxy 2 y el nuevo Zelda está en mi top3 de los más esperados. Los diseños de Inoue quedan genial ;) Este también era el juego que más me llamaba cuando compré la consola, y encima lo encontré a buen precio, así que genial. Si algún alma caritativa te la deja, ya sabes con cuál ponerte.

Uli: el juego se merece esta entrada y más aún xD.

Kururin dijo...

Totalmente de acuerdo. Es sin duda alguna el mejor RPG de esta generación y de lo mejorcito en general de la blanca de Microsoft. Clásico, emocionante, largo y con una curva de dificultad perfecta. No se puede pedir más.

Con respecto a Blue Dragon, como bien sospechas no llega a la altura de éste, pero aún así no está nada mal. A ver si puedes pillarlo pronto ahora que está rebajado (lo he llegado a ver en el Game por 20 €).

Saludos.

Anónimo dijo...

Sinceramente, no tengo palabras para definir este juego... aparte de Imprescindible xDD.

Me encanta Mistwalker, es una pena que no nos lleguen todos sus juegos.

Roy dijo...

Excelente análisis Battosai de este grandioso juego.
Lost Odyssey es un rayo de esperanza para todos los fans de los JRPGS, a ver si el próximo Last Story está a la altura de este ^^