martes, 12 de febrero de 2008

Perdición (EEUU, 1944)


La primera obra maestra de Billy Wilder es también la obra cumbre del cine negro del Hollywood clásico.

Una mala malísima interpretada magistralmente por Barbara Stanwyck convence a un vendedor de seguros para que le venda un seguro de vida a su marido sin que él lo sepa con la idea de matarlo luego y llevarse el dinero.

Así comienza esta magnífica película con un guión perfecto y una dirección sublime con interpretaciones más que correctas. Edward G. Robinson, como siempre, genial. Fred MacMurray hace uno de los poquísimos papeles que le dieron alejados del encasillamiento en que estaba metido de tipo bonachón (el otro que conozco también se lo dio Billy Wilder, 16 años después, en el apartamento).

Recuerdo que en una película de Woody Allen (creo que en misterioso asesinato en Manhattan) él menciona perdición como una gran película y desde entonces estuve con el gusanillo de verla hasta que, por fin, unos años después, lo conseguí.

Qué razón tenía Woody Allen. Un 10.

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