sábado, 11 de octubre de 2008
Declaradme culpable (EEUU, 2006)
Sidney Lumet debutó en los años 50 con una de las mejores óperas primas de la historia del cine (si no la mejor): 12 hombres sin piedad. Aquella obra maestra pertenecía al subgénero de las películas de juicios, al que volvió más tarde. En 2006, con más de 80 años y casi medio siglo después, regresó una vez más a sus orígenes en esta película que narra el juicio más largo de la historia de EEUU. Un juicio en el que acusaban a 20 mafiosos de 76 cargos y que duró casi 2 años. Un juicio en el que uno de esos mafiosos, sin ninguna experiencia judicial ni educación más allá de los estudios más básicos decidió defenderse a sí mismo.
Cuando hace un par de años leí algo sobre esta película lo que más me llamó la atención (y para mal) fue la elección del actor protagonista: Vin Diesel. ¿Vin Diesel en una película de este tipo? Sidney Lumet debía de estar senil en el momento de elegirlo. ¿Cómo alguien que escoge para otras películas del género a Henry Fonda o a Paul Newman contrata a Vin Diesel? Y más cuando probablemente muchos grandes actores se pegarían por el papel. Pues bien, tras ver la película debo retractarme. Contra todo lo esperado, Vin Diesel está genial en el papel.
Por lo demás, una película de juicios buena, que cumple con su cometido, pero que no destaca especialmente en nada. Debe de ser frustrante para este hombre que su primera película haya sido una obra maestra como la copa de un pino pero nunca más haya podido alcanzar esa calidad con ninguna otra. Y eso que tiene bastantes muy buenas, pero dejó el listón altísimo.
Un 6.
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