viernes, 31 de octubre de 2008

El expreso de medianoche (EEUU, 1978)


Basada en hechos reales, narra la historia de un norteamericano encarcelado en Turquía por tráfico de drogas.

Me habían hablado muchas veces de lo dura que es esta película por las condiciones de la cárcel y tal y... pues sí, lo es, pero tampoco para tanto. O eso o ya me he insensibilizado yo ante el sufrimiento humano, pero el caso es que no me ha parecido una película realmente dura. Y encima yo creía que la peli iba sobre un inocente al que encarcelan porque le meten droga en la maleta o por un error o por qué sé yo. Pero no, el tío es culpable y, la verdad, quizá sueno muy inhumano, pero no me da pena lo que padezca. Yo estuve hace 2 años en Estambul 8 días, lo pasé muy bien, al ir a coger el avión de regreso me cachearon y a mí no me importó lo más mínimo porque no fui tan subnormal de intentar sacar del país dos kilos de hachís. Si él lo hizo y le salió mal es su problema y que apechugue con las consecuencias, no me da ninguna pena. Si en ese país hay penas gordísimas por tráfico de drogas, que no trafique. Quizá esa falta de empatía que siento hacia el protagonista es lo que hace que considere sobrevalorada a la película. Si ésta fuera exactamente igual pero siendo inocente el prota, me parecería tan buena como se la considera.

Otros fallos que tiene son una banda sonora horrible que casi me da dolor de cabeza (y que, incomprensiblemente, ganó el oscar), una fotografía bastante feúcha y demasiado oscura y una duración excesiva.

A pesar de que hasta ahora sólo le he sacado fallos, no sería justo si no dijera que es buena. De hecho es muy buena. Simplemente está sobrevalorada y pudo ser bastante mejor.

Un 7.

1 comentario:

eter dijo...

Es una película estremecedora. La "piltrafa humana" que es el protagonista paga por sus pecados y lo vemos desmoronarse y arrepentirse como un niño pequeño.
Sufrimiento y más sufrimiento en una de esas películas que pude disfrutar gracias a Garci y su extinto programa de cine y tabaco (lo que fumaban en los coloquios...)