De las películas francesas que más me han gustado. En realidad eso no sería decir gran cosa, porque el cine francés no me suele gustar, pero ésta ha resultado ser una gran película. No llega al nivel de las diabólicas o de el salario del miedo, pero eso sería mucho pedir.
Es un espléndido ejemplo de cómo hacer una buena película de cine negro. Un hombre comete un crimen perfecto, de manera que parezca un suicidio, pero en el último momento queda atrapado en un ascensor, lo que le impide alejarse de la escena del crimen. Mientras está allí, intentando escapar, ocurren cosas fuera que no le vienen nada bien y que, obviamente, no puede hacer nada por evitar. Pasé gran parte de la película pensando que el final iba a ser de una determinada manera y que al haberlo previsto no iba a tener tanta gracia, pero resultó ser otro, lo cual es de agradecer ^^
Un 8.
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