viernes, 19 de junio de 2009

El coleccionista (Reino Unido, 1965)


Un hombre secuestra a una joven y la encierra en un sótano. No busca obtener un rescate ni abusar de ella. ¿Qué pretenderá?

William Wyler consigue crear tensión y poner nervioso con esta claustrofóbica película en la que, al igual que en otras como Hard Candy o La huella, en la inmensa mayoría del metraje aparecen sólo dos intérpretes. Generalmente en este tipo de películas, cuando son buenas, ambos están que se salen. Pues bien, no es éste el caso. Si bien Samantha Eggar lo borda, Terence Stamp sobreactúa. O al menos eso pienso yo, pero después de ver la película vi que ganaron mejor actriz y mejor actor en el festival de Cannes y me sorprendió lo de Terence Stamp. Quizá no le aprecio yo como se merece. O quizá si y le sobrevaloraron.

Coproducida entre el Reino Unido y EEUU, estuvo nominada a los oscar de mejor actriz, director y guión adaptado, sin ganar ninguno. Creo firmemente que es mejor película que las nominadas de ese año. Me da la risa de pensar que consideraron mejor que ésta a Doctor Zhivago y Sonrisas y lágrimas (esta última ganadora ¬¬), que desde luego no están mal, pero no son tan buenas como El coleccionista. Las otras tres nominadas no las he visto, así que no puedo opinar, pero entre que no había oído hablar de ellas y que no tienen muy buena pinta que digamos, no creo que sean mejores que ésta. Pero bueno, ya se sabe cómo son estas cosas.

Un 8.

3 comentarios:

Cho Hakkai dijo...

Buen argumento. Voy a verla, saludos!!!

PD: Todavía tenemos algo pendiente tú y yo, pero sigo estando mal de tiempo, en serio. Ya te contaré.

Battosai dijo...

Ya verás cómo te mola. Y La huella y Hard Candy también te las recomiendo.

Sobre lo otro, cuando puedas ;)

Extensus dijo...

A mí me gustó bastante cuando la vi en la tele hace ya muchos años, tantos que sólo había una tele: TVE. En cuanto a Terence Stamp recuerdo que quedaba un poco raro a veces y respecto a su sobrevaloración siempre he pensado que, efectivamente, y con alguna honrosa excepción, es así, vamos, que está sobrevalorado.