Tetris

Tengo el inmenso honor, damas y caballeros, de presentarles uno de los mejores videojuegos de la historia. Ayer cumplió nada menos que 25 años y no ha envejecido un ápice. En 2009, en pleno siglo XXI, sigue enganchando tanto como allá por 1984, cuando Alexey Pajitnov desarrolló esta maravilla consistente simplemente en colocar piezas de distintas formas con 4 cuadrados cada una que van cayendo en la posición y el lugar que mejor convenga para hacer líneas completas que desaparecen. Si se acumulan tantas piezas como para que lleguen hasta arriba de la pantalla, se acabó lo que se daba.

Endiabladamente entretenido, ha sido miles de veces copiado, con más o menos acierto, pero nunca igualado, si bien se han llegado a hacer grandes juegos a su sombra. Engancha una barbaridad, nunca aburre lo más mínimo a pesar de ser todo el rato lo mismo y raro es el año que no sale una nueva versión para alguna videoconsola. A lo largo del tiempo ha ido mejorando levemente. Por ejemplo, algunas versiones te enseñan las próximas 3 o 5 piezas en vez de sólo la siguiente, tienen la opción de guardar la pieza que está cayendo en un momento dado y usarla en el momento que más convenga y/o pulsando arriba la pieza se coloca instantáneamente en el lugar en el que quedaría cayendo por sí sola sin tocar nada, con lo que se agiliza el juego. Por lo demás, la mecánica se mantiene intacta.

No estoy del todo seguro, pero creo que no hay ninguna plataforma que no tenga al menos un tetris, generalmente añadiendo más modos de juego además del original. En el caso de la versión de Nintendo DS, el modo online me enganchaba tanto que durante semanas pasaba horas seguidas compitiendo contra gente de todos los lugares del mundo, hasta que no me quedaba más remedio que parar por el dolor de pulgares. Y es que he cogido tal práctica a lo largo de los años que puedo poner las fichas en su lugar apenas un instante después de que aparezcan en pantalla, y dado que mis rivales eran también buenísimos no me quedaba otra que esforzárme al máximo. Hubiera sido imposible que los dedos no se resintieran.

Por cierto, al escribir de esto me está entrando nostalgia, así que en cuanto termine la entrada me pondré a jugar, que hace 4 o 5 meses que no lo toco. No obstante, siempre vuelvo. Tetris es el juego que más veces he retomado en mi vida. Desde mi más tierna infancia, cuando con 4 añitos me regalaron una Gameboy hasta los 24 que tengo ahora, no ha habido un solo año de mi vida que no haya jugado a este prodigio del entretenimiento electrónico. A veces me pongo unos días, otras veces unos meses, y paro una temporada (rara vez más larga de medio año) hasta que me vuelve a picar el gusanillo y voy otra vez al ataque. Es imposible calcular cuánto tiempo le he dedicado, pero no me sorprendería haber jugado más de 2000 horas. Y anda que no quedan.

Un 10.


Por cierto, mirad este vídeo. ¡Qué razón tiene al final!