viernes, 27 de noviembre de 2009

I Just Didn't Do It (Japón, 2007)

Battosai

Al bajarse de un tren abarrotado, una chica de 15 años acusa a un joven de 26 de haberla manoseado dentro. La policía le dentiene y, aunque niega haberlo hecho y no hay pruebas en su contra se verá obligado a enfrentarse a un largo y duro juicio. Basada en hechos reales.

Merecedora de los muchos premios y nominaciones que ha tenido y de más aún. La pongo en mi top3 de películas judiciales, superada solo por Testigo de cargo y 12 hombres sin piedad.

No sólo es una gran película sino también una dura crítica del sistema judicial japonés. Además, me parece magnífico que el juicio no sea por asesinato, por los cientos de crímenes que comete un mafioso a lo largo de años y años de crímenes, por un genocidio o por cualquier otra grandilocuencia, como nos tienen acostumbrados, sino por meter mano en el metro. A pesar de que la pena máxima que le puede caer es de unos pocos meses de cárcel, de lo bien hecha, contada e interpretada que está te tiene tan en vilo como si le pudieran condenar a muerte. O más. Lo único malo es que me esperaba el final desde nada más empezar, porque como desde el principio está criticando al sistema judicial, si no declaran culpable al inocente pierde gran parte de su fuerza como crítica negativa. Eso sí, a pesar de que llevaba hora y media o dos pensando que le iban a declarar culpable, una pequeña parte de mí debía de pensar lo contrario, porque en cuanto lo dice el juez me quedé igual que el protagonista.

Un 8.


Ulises

El género judicial no cuenta entre mis favoritos, lo reconozco. Salvo algunas honrosas excepciones, el maniqueismo de las que suelen estar afectadas me producen un natural rechazo que me hace dificil poder disfrutar de éstas. I Just Didn´t Do It se mueve en unos registros en los que se aleja de ese habitual tono de producciones similares por varios factores. Por un lado, la película basa su argumento en la parte técnica y real de un juicio, con poco espacio para escenas de "impacto", y más preocupada de ser realista en los entresijos de las complejidades judiciales y el desarrollo de un juicio. Por otro lado, aquí no hay ni malos ni buenos. Tanto víctima como acusado defienden su verdad, que aunque parezca raro es la realidad en los dos casos, y tampoco nos encontraremos aquí testigos interesados (alguno con declaraciones poco fiables por su inexactitud sí), policias maquiavélicos, abogados superestrellas o jueces iluminados (aunque sí jueces más competentes que otros). Vamos, todo planteado con intenciones de verosimilitud. Y finalmente, y punto importante y característico del filme, que el caso a tratar sea un delito menor de pequeña pena, nada que ver con los grandes casos que nos suelen presentar este tipo de películas.

En lo actoral, un lujazo, con Ryo Kase y Koji Yakusho en los papeles principales como acusado y abogado defensor.

Personalmente, el antes comentado caracter "técnico" me quitó un poco de interés al visionarla, pero en todo momento no puedo más que aplaudir su caracter distinto dentro del género
.

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