viernes, 24 de julio de 2009
Aquiles y la tortuga (Japón, 2008)
A día de hoy, última película de Takeshi Kitano. Y con esta ya he visto todas las que lleva hechas. Cuenta la vida y obra de un pintor frustrado que no consigue triunfar ni a la de tres, por mucho que lo intente, llegando a inventarse técnicas de lo más estrafalarias con tal de ser original y vender su obra.
La película se estructura en 3 partes. Infancia, edad adulta temprana y edad adulta madura. Durante la parte de la infancia y el principio de la segunda me estaba pareciendo una película de lo más normal, y me chocaba que fuera de Kitano, cuyos filmes suelen ser de todo menos normales. Y ya en la segunda mitad se empiezan a ver kitanadas a saco y tiene tanto momentos tronchantes como emotivos. Es en esa segunda mitad donde está casi todo lo bueno de la película, siendo la primera bastante mediocre.
Kitano nos muestra una vez más su sensibilidad en numerosas ocasiones. Me quedo con el momento de la muerte de la madastra del pintor cuando es niño. La vemos de cintura para arriba, da un saltito, y en la siguiente imagen aparece un acantilado, que queda en pantalla durante unos segundos, siendo como un puñetazo directo a la cara del espectador, que se queda boquiabierto.
Kitano no sólo escribe el guión, dirige, monta y protagoniza, sino que pintó los cuadros que aparecen en la película. Y son un montón. Como curiosidad diré que uno de ellos retrata la primera imagen su cortometraje que puede verse en A cada uno su cine y en Glory to the Filmmaker!.
Un 6.
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